martes, 12 de junio de 2012

EL SISTEMA ABOMINABLE DEL HOMBRE DE LAS NIEVES


Que estamos en crisis es bien cierto  pero es todo un sistema el que nos envuelve en una vorágine de acontecimientos que verá la luz algún día aunque ahora solo nos enseñan un túnel sin fondo. No creo que nuestra ley electoral represente la muestra del voto de la mayoría, más bien de los bipartidistas. La ley de los más fuertes, no de los más queridos ni votados, de los que se escudan unos a otros por el bien común, el suyo.

No estoy de acuerdo con un sistema que permite una diferenciación tan abismal entre la clase política y el ciudadano de a pié. Cualquier persona en su sano juicio  encuentra inmoral que se eche a la calle a aquellos que no tienen ni para pagar su hipoteca y deban continuar con su deuda. Me resulta  insultante que un país presumiblemente  democrático sucedan estas cosas sin hacer nada por remediarlo, mientras se permite  a los defraudadores salir  de paseo escudándose en una mal nombrada justicia tras haberse enriquecido vilmente .Resulta doblemente paradójico que el sueldo que ostentan con su trabajo sería el sueño de la mayoría de las personas de a pie, no digamos lo que han desviado, derrochado o robado a base del dinero que con tanto esfuerzo nos cuesta ganar. 
Desde mi pequeño mundo al igual que muchos otros pedimos Justicia, sabemos  que en ocasiones la Ley y la Justicia no van de la mano, aun así no la tomamos por nuestra cuenta  aunque  exigimos responsabilidades a quienes no han obrado correctamente. No veo humildad en aquellos que han abusado de sus cargos, más bien veo una cínica sonrisa que denota la trampa en que el sistema nos hace caer. Pedimos Justicia  para todos; Privilegios los mismos.
Sería ridículo pretender salir de este atolladero sin recortes pero también lo es dar palos de ciego y donde dije Diego- digo Digo.Un país que recorta en educación e investigación está abocado al fracaso. Soy una persona optimista y estoy segura de que podremos salir adelante actuando con cordura. La unión hace la fuerza. Una unión necesaria fuera de ideologías porque lo que está en juego es el bienestar común, la subsistencia y el caldo de cultivo para nuestros hijos, los de todos.
Mi voz es una de tantas que se ahogan en un suspiro, de las que se lleva el viento pero que a base de tantos ecos podemos hacer retumbar  la montaña, originar la avalancha. No se escuden en el miedo para hacernos sumisos, el agua mansa se desbrava. Hartos de tantas capas, de tantos escudos con los que se arropan pedimos,  exigimos, demandamos   la misma sin razón para todos, desde  esa cima de autoridad en la que se rigen, aboguen por  los mismos raseros. Puestos a pedir nosotros pedimos por el bien común que pongan caras a esas manos negras que todo lo pueden, nombres a  esos fondos de inversión  que controlan los mercados, números a tanta falta escondida.
Me pregunto ¿Se tomarán tortillas de orfidales  para cenar?  ¿o  acaso el yeti controla sus almas?

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